miércoles, 27 de noviembre de 2019

Factores de riesgo.

  • Dieta. Si tu hijo come alimentos con alto contenido calórico, como comidas rápidas, productos horneados y bocadillos de máquinas expendedoras, puede aumentar de peso. Los dulces y los postres también pueden causar aumento de peso, y cada vez hay más evidencia que apunta a las bebidas azucaradas, inclusive los jugos de fruta, como culpables de la obesidad en algunas personas.
  • Falta de ejercicio. Los niños que no hacen mucho ejercicio tienen más probabilidades de aumentar de peso porque no queman muchas calorías. También contribuye al problema, pasar demasiado tiempo dedicado a actividades sedentarias, como mirar televisión o jugar videojuegos.
  • Factores hereditarios. Si tu hijo proviene de una familia de personas con sobrepeso, es más probable que suba de peso. Esto es especialmente cierto en un entorno donde siempre hay alimentos disponibles que son ricos en calorías y no se fomenta la actividad física.
  • Factores psicológicos. El estrés personal, parental y familiar puede aumentar el riesgo de un niño de padecer obesidad. Algunos niños comen en exceso para enfrentar los problemas o para lidiar con las emociones, como el estrés, o para combatir el aburrimiento. Sus padres pueden presentar tendencias similares.
  • Factores socioeconómicos. Las personas de algunas comunidades tienen recursos limitados y acceso limitado a los supermercados. Como resultado, es posible que compren comidas semipreparadas que no se echen a perder rápidamente, como las comidas congeladas, las galletas saladas y las galletas dulces. Además, puede que las personas que viven en vecindarios de bajos ingresos no tengan acceso a un lugar seguro para hacer ejercicio.

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